miércoles, 9 de octubre de 2013

EN RECUERDO DE FRANCISCO FERNÁNDEZ BUEY (1943-2012)

DOS POEMAS DE JORGE RIECHMANN 


RECONCILIARSE

                 para Paco Fernández Buey, amigo
con uno mismo
mientras se pueda.
Con nuestros semejantes
salvo causa mayor.
Nunca con este mundo
mientras sea posible.


DON DEL EXTRANJERO
para Paco Fernández Buey, con quien tanto hemos
aprendido a pensar sobre los otros y sobre nosotros
mismos, a partir de encuentros y encontronazos

Despacio, despacio. Cierra suavemente la puerta, acércate al fuego, 
deja caer la esclavina escarlata y las bengalas consumidas de lágrimas. 
Tómate el tiempo que necesites hasta que se compensen la sombra 
cálida y la sombra ciega. Sabemos que traes una historia, pero no la 
avives demasiado pronto.
Despacio. Tienes las manos extrañamente suaves para haber hecho 
un viaje tan largo. ¿No será que algo fluía desde ti hacia tu lugar de 
origen, todo ese tiempo? ¿Algo dulce a pesar de todas las quebradas, 
ciénagas y angustiosas latitudes del camino? Puede que sea un 
equívoco: pero hasta los equívocos sirven para entenderse, cuando
 se está atento a las incertidumbres del otro. Qué más da: estás 
aquí y eso es lo que importa. Acércate al fuego. 
No sabíamos quién llegaba hasta que llamaste a la puerta: bienvenida 
sea tu aterida desnudez. No es que sobre leña, y hasta parece que se 
acerca un año de grandes carestías, pero hay lugar para uno más 
cerca del hogar. No has venido a decirnos quién eres, ni quiénes somos: 
no hace falta. No necesitamos comentarios como aquella sequedad 
odiosa bajo la lengua. Has venido para estar con nosotros. Para hacernos 
el don de poder acogerte con hospitalidad. Para entregarnos eso que no 
hemos pedido, ni podíamos adivinar. Para reconocer en tus itinerarios 
posibilidades de una celebración nueva. Vamos a examinar todo eso con 
calma, pero será más tarde. Ahora descansa. 
Nos quedamos tibiamente callados. Y de repente, en las hazas de la 
resurrección, la mitad de un pájaro vertical –y una palabra en vigilia, ahí. 
Quizá el regalo más imprevisto y precioso del extranjero. 

http://www.rebelion.org/docs/156480.pdf

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